La restauración es un mundo lleno de sabores y aromas… ¡y también de desafíos! Uno de los más importantes al gestionar un bar o restaurante es la caducidad de los alimentos. ¿Sabías que llevar un buen control de estas fechas puede no solo proteger a tus clientes, sino también ayudar a tu negocio a ahorrar dinero? ¡Vamos a sumergirnos en este tema!
La frescura de tus productos se traduce directamente en la calidad de tus platos. Manejar bien las fechas de caducidad no es solo una cuestión de ética o cumplimiento legal; también puede prevenir problemas de salud para tus clientes y, a su vez, resguardar tu buena reputación. Aquí hay algunos puntos clave que vale la pena considerar:
Uno de los pilares en el manejo de inventario es el método FIFO (First In, First Out). Esto quiere decir que los productos que llegan primero son los primeros en ser utilizados. ¿Cómo ponerlo en práctica?
Imagina tener todo el control de tu inventario a solo un clic de distancia. Implementar un sistema digital, como el que ofrece Guava, puede hacer que seguir las fechas de caducidad sea mucho más sencillo. Algunas ventajas son:
La clave está en ser proactivo. Establecer una rutina de revisión puede marcar una gran diferencia:
La trazabilidad te ayuda a rastrear todos los ingredientes, desde el proveedor hasta el plato final. Esto no solo es clave para la seguridad alimentaria, sino que también puede aumentar la confianza de los clientes en tu restaurante. Asegúrate de:
Gestionar la caducidad de los alimentos es fundamental y no puedes pasarlo por alto. Aplicar estas prácticas no solo mejorará la seguridad alimentaria, sino que también optimizará tus costos y podría aumentar tus ingresos. Te animo a que explores soluciones digitales como Guava para simplificar la gestión de tu inventario y hacerla mucho más efectiva.
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Gestionar la caducidad de los alimentos es crucial para asegurar la seguridad alimentaria y prevenir problemas de salud en los clientes.
FIFO significa 'First In, First Out', y se refiere a utilizar primero los productos que llegaron antes para evitar la caducidad.
Se recomienda revisar los productos refrigerados cada 1-2 días y los no perecederos cada dos semanas.
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